Muchas personas ven en la Administración Pública una buena opción para conseguir un trabajo estable, de calidad, que ofrece un sueldo acorde con la titulación y seguro.
Cuando decimos muchas personas, en realidad nos referimos a muchas personas. Miles de candidatos se presentan cada año por obtener una de las plazas ofertadas, por lo que la competencia es bastante fuerte no solo por la cantidad de personas que asisten sino porque cada vez el nivel de preparación es más alto.
Quizás estés pensando en participar de este proceso de selección, y si no lo has hecho antes, puede ser que te sientas un poco confundido y no sepas bien por dónde empezar y cómo debes prepararte para la oposición.
Es por eso que queremos compartir contigo algunos tips que sirvan de guía para comenzar en este largo camino de la oposición.
¿Qué debes hacer para preparar una oposición?
Lo primero que debes hacer es tomarte un tiempo para analizar tu situación actual y preguntarte si realmente quieres ser funcionario.
Esta reflexión es muy importante que la hagas, ya que tienes que evaluar si cuentas con todos los medios para prepararte correctamente y si estás dispuesto a comprometerte de corazón con este reto.
Recuerda que prepararse para una oposición requiere inversión de recursos, tiempo y mucho esfuerzo que si no estás convencido de querer o poder hacerlo es mejor no desperdiciarlos.
Ahora bien, si estás seguro y quieres ponerle todo para lograr tu objetivo, seguimos adelante.
Debes estar muy atento a los Boletines Oficiales e informarte sobre las oposiciones que se convocan, de qué se tratan y cuáles son sus requisitos.
Confía únicamente en la información publicada por fuentes oficiales en relación a las condiciones del proceso selectivo, ya que cada oposición tiene sus propias condiciones y tipos de pruebas que pueden variar entre un año y otro.
Las ofertas suelen ser muy variadas, debes seleccionar la que mejor se ajuste a tu nivel de capacitación, vocación e interés profesional.
Asegúrate de contar con el temario completo y actualizado que vas a necesitar para estudiar y conocer el tipo de examen que tendrás que presentar. Toda esta información aparece en las convocatorias.
Acondiciona tu lugar de estudio. Debes procurar mantenerlo ordenado y limpio, libre de distracciones y que cuenta con todo lo necesario para tus sesiones de estudio.
Organiza tu tiempo y elabora un horario. Debes ser realista y flexible en este aspecto. Toma en cuenta las actividades que realizas a diario, obligaciones laborales, familiares, tiempo de ocio y descanso. Una vez elaborado tu horario de estudio lo más importante es que te esfuerces por cumplirlo.
Utiliza técnicas de estudio. Aunque te suene a tema de muchacho en edad escolar, la correcta aplicación de las diferentes técnicas de estudio es sumamente importante para lograr el éxito en cualquier proceso de aprendizaje.
Descansa: Es inútil que te sometas a interminables sesiones de estudio y no le des a tu cuerpo y a tu mente el descanso que requiere para mantenerse sano y activo. Una mente descansada es capaz de asimilar mucho más que una que ha sido sometida a grandes esfuerzos sin parar.
Repasa: Una vez que hayas estudiado un tema, no olvides hacer repasos continuos para reforzar el aprendizaje y aumentar la retención.
Busca asesoría profesional: Puedes inscribirte en alguna academia especializada en este tipo de procesos que cuentan con profesionales expertos en la formación.