Millones de mujeres en todo el mundo padecen esta enfermedad. En este artículo te mostramos cómo protegerte de ella.
Es un error creer que todas las mujeres que padecen osteoporosis son viejas y encorvadas. La mayoría de la gente no los manifiesta hasta que se rompe un hueso (por ejemplo, de la cadera) o hasta que sufre un colapso vertebral debido a una fractura por compresión.
La osteoporosis consiste en el debilitamiento de los huesos por la perdida gradual de tejido óseo. Los huesos dejan de ser un soporte firme y resistente del cuerpo y se van volviendo frágiles y quebradizos, de modo que pueden fracturarse al alzar objetos pesados, sufrir una caída e incluso hacer un movimiento forzado. Cuatro de cada cinco enfermos de osteoporosis son mujeres. Los hombres son menos propensos a padecerla pues tienen huesos más grandes, músculos más voluminosos y suelen ser más activos.
Es común creer que los huesos son compactos e impenetrables, pero en realidad son tejido vivo que muere y se renueva constantemente. Los huesos crecen durante la infancia y la pubertad, lapso en que es mayor el aumento que la pérdida de células óseas, y en la adolescencia se vuelven más fuertes al aumentar su masa y densidad. Después, en el caso de la mujer, ese proceso se invierte entre los 30 y 40 años, y es mayor la pérdida que el aumento de células óseas. No tomar medidas para mantener fuertes los huesos en dicha etapa puede tener como consecuencia la osteoporosis.
La buena noticia es que esta enfermedad puede prevenirse. He aquí los principales factores de riesgo de contraerla y lo que puedes hacer para protegerte:
Falta de ejercicio. Quienes corren mayor riesgo de sufrir osteoporosis son las mujeres con empleos o hábitos sedentarios. La masa ósea alcanza su máxima densidad entre los 20 y 30 años de edad, el periodo ideal para tomar medidas de prevención. Su trabajas todo el día detrás de un escritorio, deje estacionado tu coche a una distancia razonable de la oficina y camine. Invierta parte de la hora del almuerzo en caminar, trotar o correr, o levante pesas con mesura. Los ejercicios con pesas ayudan a aumentar la masa ósea.
Insuficiencia de calcio. Los expertos recomiendan a las mujeres ingerir diariamente entre 1.3 y 1.5 gramos de calcio, mineral indispensable para mantener sanos los huesos; sin embargo, según cálculos de estudios, la mayoría de la gente solo ingiere entre 400 y 500 miligramos al día (la cantidad que aporta una taza y media de leche o una taza de yogur natural).
Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, como la leche, el yogur y el queso (los descremados y semidescremados contienen un poco mas que los elaborados con leche entera), así como las coles, el queso de soya y las sardinas con espinas. Ciertos estudios relacionan el tabaquismo y el consumo de alcohol con un mayor riesgo de padecer osteoporosis. Si fumas, considera abandonar el hábito; si bebes, procure moderarse.
Uso de ciertos fármacos. El uso prolongado de glucocorticoides y de fármacos de composición similar a la cortisona puede mermar la producción de células óseas y volver los huesos frágiles y quebradizos (también los hombres corren este riesgo). Si tú medico te prescribe un glucocorticoide o un fármaco de composición similar a la cortisona, tendrá que hacerte densitometrias con frecuencia. En caso de mostrar perdida de hueso, el especialista quizá le recete calcitonina o un bisfosfonato (fármaco no hormonal), además de complementos de calcio y de vitamina D, la cual es necesaria para la absorción de este mineral.
Menopausia prematura. Según las estadísticas, a las mujeres que se les extirparon los ovarios entre 15 y 44 años, debido a lo cual dejaron de segregar estrógenos, hormonas que vuelen lenta la pérdida de los tejidos óseos. Para proteger los huesos (y también el corazón), se suele prescribir la terapia de restitución de estrógenos (TRE). Se ha demostrado que la TRE reduce el riesgo de sufrir fracturas, sin embargo, su uso no debe suspenderse, pues en cuanto se deja de ingerir estrógenos, los beneficios desaparecen.
Delgadez extrema. Las dietas rigurosas, los trastornos alimentarios y la demasía de ejercicio pueden hacer que cese el ciclo menstrual y, por consecuencia, la secreción de estrógenos, que, como ya se sabe, protegen los huesos. Cuando se pierde peso más allá de cierto límite, el cerebro deja de enviar señales a los ovarios para que produzcan hormonas.
Antecedentes familiares. Ciertos estudios demuestran que la propensión a padecer osteoporosis puede ser hereditaria. Si te encuentras en la fase posmenopausica y crees tener propensión a la osteoporosis, pide a tu medico que te envíe a hacerte una sensitometría, es una prueba indolora que se realiza en pocos minutos. Si los resultados indican problemas, aquel le prescribirá un programa de alimentación, ejercicios y fármacos.
Si tienes menos de 35 años, el riesgo de padecer osteoporosis quizás sea mínimo, pero recuerda que todos perdemos un poco de tejido óseo a partir de esa edad, y que vale mas prevenir que lamentar.