España es uno de los mayores importadores europeos de energía y es vulnerable a los cambios de sus costes. Para intentar evitar un susto en nuestra factura de la luz, como el de este mes de enero, debemos aprender a regular el consumo de energía.
La búsqueda de la eficiencia energética es uno de los objetivos que debemos tener no solo para ahorrar en nuestra factura sino para crear un mundo mejor para las futuras generaciones.
La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma
Mucha de la energía que consumimos se acaba desperdiciando en forma de calor. Es una ley universal. Para evitarlo, reducir la dependencia y consumo en nuestras casas es fundamental, pero ¿cómo hacerlo?
La mayor parte de la electricidad consumida en España es a través de la calefacción y los electrodomésticos: la calefacción supone un 46% de gasto energético en una vivienda y elevar un grado más la temperatura supone un 7% más de gasto energético.
Aprovechar las horas de luz natural o colocar un termostato para regular la temperatura de la casa nos ayudará a mantener un ambiente agradable. Reducir un par de grados la calefacción nos ayudará a horrar en nuestra factura de la luz.
Utilizar al máximo las horas de luz también nos ayudará ahorrar en nuestra factura. Sustituir las bombillas por bombillas LED es una buena inversión. Las bombillas LED son una buena inversión ya que ahorran energía manteniendo la calidad de iluminación, no generan calor y son respetuosas con el medio ambiente ya que no contienen mercurio. Un 80% menos de consumo y una vida útil aproximada de 30.000 horas, frente a las tradicionales que su vida útil es de 2.500 horas. Las bombillas LED son más eficientes produciendo luz que las incandescentes y también mejoran a las de bajo consumo clásicas. Una bombilla LED de unos 14 W tiene una equivalencia con una incandescente de unos 100 W y una de bajo consumo de unos 20 Watios.
Sabiendo que la factura de la luz se encarece mes a mes, debemos buscar la manera de evitar que, después del invierno, tengamos un susto de muerte.
Qué podemos hacer
La pregunta fundamental es qué podemos hacer: El coste de la energía se ha incrementado un 60% desde el año 2005, y la tendencia no solo no ha parado sino que sigue al alza.
Uno de los grandes problemas que nos encontramos a la hora de ahorrar energía es el mal estado de las instalaciones en las viviendas: las viviendas en España tienen un potencial de ahorro del 27,4%, que podría alcanzarse mejorando los hábitos y el equipamiento de los hogares.
Mejorar la eficiencia energética de las instalaciones, incorporando energías renovables y nuevas tecnologías que mejoren la gestión de la energía ayudarán a los hogares a hacer más llevadero este invierno: es una gran inversión pero, que, a largo plazo, nos permitirá gestionar con eficiencia nuestra energía.
También debemos aprovechar al máximo las horas de luz: El cambio de ventanas con vidrios dobles evitará que en invierno se pierda el calor. Cambiar las calderas de agua nos ayudará a ahorrar energía y dinero.
La reducción de nuestro consumo eléctrico no solo nos ayudará a crear un futuro mejor para las futuras generaciones sino que, a corto plazo, nos ayudará a reducir el gasto en nuestra factura de la luz y evitarnos más de un susto.