Una preocupación de la Universidad de La Laguna (Tenerife), es la vinculación de la enseñanza universitaria con la formación para el trabajo. Un análisis que parte desde la experiencia de los estudiantes y planteado por los profesores Pedro Álvarez, Miriam González y David López. Un trabajo que es archivado por la revista Paradigma, en España.
Un desafío para la universidad actual, en todo el mundo, es lograr una mayor conexión entre la formación y el desarrollo profesional del alumnado. Se insiste desde distintos frentes que la educación superior bajo el espacio europeo debe estar en consonancia con la demanda social y potenciar el desarrollo de la profesionalidad de los egresados, de modo que se tracen puentes para el cambio desde la formación ocupacional.
Este es un tema de vital importancia en la España actual, donde la necesidad laboral exige un perfil íntegro de sus egresados universitarios.
En la Universidad de La Laguna (Tenerife) desde el año 2009 se ha estado dando un proceso de concreción y diseño de los nuevos títulos, incorporando las opiniones del alumnado, que expresan sus expectativas en la formación que reciben y sobre la capacidad para su incorporación a la vida social y laboral.
Los resultados de la Universidad de La Laguna, revelan que la formación que se ofrece actualmente, ha venido mejorando, pero aún carece de la suficiente preparación práctica que permita a los estudiantes tener una visión real de la aplicación de los conocimientos en la práctica y del trabajo que realizan los profesionales en el campo directamente relacionado con la formación. Esta información puede ser un referente de interés para plasmar en las nuevas titulaciones medidas que estrechen la conexión entre la enseñanza y el desempeño profesional.
Son muchos y muy variados los esfuerzos hacia un espacio europeo común de educación, entre otros, la creación de una universidad europea competitiva capaz de luchar contra las universidades asiáticas y americanas haciendo posible la incorporación de alumnado de cualquier país, bajo los parámetros de una mayor calidad y actualización de los perfiles profesionales. A pesar de estar rodeada esta idea de profunda polémica, lo cierto es que ha abierto la puerta a la posibilidad de modernizar y mejorar algunos aspectos significativos de la enseñanza superior. Y hay que seguir uniendo esfuerzo para lograr una mayor coherencia entre la formación universitaria y la necesidad social de la misma.