Los mapas conceptuales son herramientas de aprendizaje que consisten en la representación gráfica de la información principal de un tema mediante la elaboración de un diagrama de conceptos en forma de red.
Estos conceptos se organizan en cuadros utilizando palabras claves que se unen por medio de líneas y flechas que se direccionan de la misma manera en que estos guardan relación.
Un mapa conceptual debe ser agradable a la vista, de fácil lectura e interpretación.
La utilización de los mapas conceptuales aporta muchos beneficios en el proceso de aprendizaje ya que su elaboración implica un proceso de racionalización debido a la relación de los conceptos que se debe hacer.
Características de los mapas conceptuales
Poseen 4 elementos principales: Conceptos, líneas y flechas, palabras de enlace y proposiciones.
Conceptos: Expresión de las ideas fundamentales utilizando un mínimo de palabras.
Líneas y flechas: Establecen las relaciones entre los conceptos.
Palabras de enlace: Descripciones cortas que se ubican entre los conceptos y que explican brevemente la relación entre ellos.
Proposiciones: Ideas que se forman mediante la relación de distintos conceptos.
Son un esquema: Los mapas conceptuales en sí son un tipo de esquema ya que son la representación gráfica y en forma ordenada de las ideas fundamentales de un tema.
Basados en una pregunta de enfoque: La pregunta de enfoque especifica claramente el problema que el mapa conceptual desea ayudar a resolver y limita el contexto del mismo a la respuesta de esa pregunta.
Tienen una estructura jerárquica: Van de lo más general a lo más específico.
Permiten enlaces cruzados: Relaciones entre conceptos de diferentes segmentos.
Cómo se hace un mapa conceptual
Está claro que antes de iniciar la elaboración del mapa conceptual se debe haber realizado el estudio del material y haber comprendido el contenido del mismo.
Si no se ha cumplido con esto, es necesario revisarlo de nuevo hasta conseguirlo.
Posteriormente podemos seguir los siguientes pasos para la construcción del mapa conceptual.
Seleccionar la información relevante.
Elaborar una lista de los conceptos que engloban las ideas principales.
Seleccionar los conceptos que se derivan de otros.
Seleccionar los conceptos que tienen relaciones cruzadas.
Ordenar la información desde lo más general hasta lo más específico.
Seleccionar la figura que se utilizará para enmarcar los conceptos. Por lo general se utilizan cuadros. También se pueden utilizar colores de acuerdo a las jerarquías.
Los conceptos se unen de acuerdo a su relación con líneas o flechas. Los que tengan la misma importancia deben ubicarse en el mismo nivel de jerarquía.
Una vez construido el mapa se recomienda sea revisado para asegurarse que está elaborado de la manera correcta.
Un mapa conceptual no es lo mismo que un mapa mental
Es importante destacar que entre ambas herramientas existen claras diferencias en cuanto a estructura, la utilización de texto, la disposición de los elementos y el contenido.
La estructura de los mapas conceptuales tiende a ser sobria, contener texto breve dentro de los cuadros que representan los conceptos, la idea principal se ubica en la parte superior y su contenido está centrado en responder a una pregunta de enfoque.
Por su parte los mapas mentales tienen una estructura bastante llamativa que utiliza muchos colores e imágenes, se procura utilizarlas más y reducir al mínimo el texto, la idea principal se ubica en el centro y el contenido incluye varias ideas.