Existen muchos mitos que rodean la existencia del abdomen duro durante el embarazo, algunos de ellos son absolutamente falsos y otros tienen algo de cierto. Lo primero que es importante saber, es que el útero es un músculo hueco, que fue creado naturalmente para “expulsar”, tal como sucede en la menstruación. Cuando una mujer queda embarazada, el primer trimestre es más difícil, porque el feto está tratando de aferrarse y posicionarse en el útero así como de paralelamente ir desarrollando a su ritmo, aunado a esto el útero, músculo al fin se empeña en cumplir sus función de expulsión natural (por ello los primeros tres meses de embarazo de una mujer son críticos en relación a los abortos posibles abortos), sólo con la labor combinada de ciertas hormonas, a partir del cuarto mes el embarazo empieza a regularizarse y el útero deja de insistir en la expulsión del feto.

Al ser un músculo el útero intenta los mecanismos de expulsión por medio de las contracciones, produciendo estas la dureza en el vientre. Entonces, ¿Abdomen duro durante el embarazo? ¿Es un riesgo? Sigamos explicando y analizando los factores. Si bien es cierto que las mujeres embarazadas durante todo el periodo de gestación sentirán contracciones por diversas razones, estas deberán aprender a diferenciarlas y reconocerlas, por ejemplo, el hecho que se tengan contracciones y abdomen duro en el primer trimestre, es un proceso normal, no hay de qué preocuparse, a menos que estas contracciones estén acompañadas de sangrados, dolores y sean muy frecuentes, estas si serían por síntomas de alarma de un posible aborto e implicarían una visita urgente al médico para la prescripción de los medicamentos adecuados y el respectivo reposo.

El propósito de las contracciones constantes a lo largo de la etapa gestacionaria es que la madre ensaye para el verdadero momento del trabajo de parto cuando llegue el momento de dar a luz debido a que este estará precedido de las contracciones y gracias a estas se iniciará la labor y dependerá de sus intensidades y frecuencias en qué momento del trabajo de parto se dará. Mientras más frecuentes e intensas, más se irá dilatando la vagina para el alumbrar al bebé.

Lo relevante es que la mujer embarazada aprende a conocer, analizar y diferenciar estas contracciones, es decir las de simple ensayo las conocerá porque estará consciente de ellas y de su duración e intensidad, por ende sabrá muy bien diferenciarlas al momento que se den las verdaderas contracciones. Si las contracciones se presentan muy constantemente a lo largo de la totalidad del embarazo, es muy recomendable acudir al médico, este indicará algunos medicamentos y suplementos hormonales que engañarán de manera positiva al organismo para que este no desee cumplir su labor a través del útero de expulsar el bebé y en el segundo y tercer trimestre de adelantar un parto y crear un parto prematuro.

Existen excelentes suplementos que disminuyen el problema en las mujeres que presentan este inconveniente saliendo de los márgenes de lo normal. Al controlar las contracciones, se controla el exceso además de la dureza del vientre o abdomen, ya que estas son las que directamente ocasionan el molesto endurecimiento. De modo tal que podemos responder la interrogante:

 ¿Abdomen duro durante el embarazo? ¿Es un riesgo? No, necesariamente es un riesgo. Es normal que se endurezca en ciertas etapas del embarazo y puede tomarse como un aspecto absolutamente normal, el detalle está en que la embarazada conozca su organismo y note de inmediato anomalías como ya mencionamos anteriormente:   sangrado, dolor, constantes, excesivas y prolongadas contracciones.

El embarazo es una etapa muy enriquecedora para la mayoría de las mujeres, y es normal que ante cualquier circunstancia distinta en su cuerpo se alarmen, tanto por el bienestar de ella como por el de su bebé. La clave fundamental para vivir un embarazo pleno, saludable y con feliz término es la información sobre todos los procesos y cambios que se vivirán a través de este. Con la información la futura madre podrá distinguir de inmediato lo que es normal y lo que no, y de ser de esta manera acuda siempre a su médico tratante de inmediato para proteger de manera adecuada su salud y la del bebé.

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