Conservar la leche materna para alimentar al bebé es una de las mejores formas que hay para ahorrar tiempo cuando se encuentra proporcionándole alimentación con leche materna al niño.
Las exigencias del día a día han hecho que las madres no puedan dedicarse las 24 horas del día a amamantar al bebé pues deben trabajar o deben ocuparse de otras labores, sin embargo, para no evitar este procedimiento de alimentación, una opción es congelar la leche materna.
Al congelar la leche materna, la madre no detendrá el proceso de lactancia materna y su hijo podrá recibir los mejores beneficios de este alimento aun cuando su madre no se encuentre presente.
No obstante, es importante aprender de manera correcta cómo congelar la leche materna pues esto permitirá que se pueda disfrutar del alimento en buen estado sin este deteriorarse pues esto le podría ocasionar daños al bebé.
Recomendaciones básicas para congelar la leche materna
Congelar la leche materna es un proceso que debe realizarse siguiendo las recomendaciones básicas para evitar que esta se deteriore.
La primera recomendación se trata de lavar correctamente las manos antes de extraer la leche materna y durante su manipulación, así como asegurarse de utilizar envases lavados con agua caliente y jabón, esto permitirá eliminar bacterias.
Consejos para congelar la leche materna
Antes de congelar la leche materna debe saber que lo mejor es congelar leche fresca, nunca congelada, de esta manera se conservará mejor la leche materna.
Lo mejor será almacenar la leche materna en cantidades que no superen los 100 cc, de esta forma se descongelará lo que el bebé consumirá en el momento.
Otras medidas para congelar la leche
No es recomendable calentar la leche materna en baño maría o exponiendo directamente al fuego, tampoco debe descongelarse en microondas.