Según cantidades recientes los turistas más apasionados en Mallorca proceden primordialmente de Europa. No llama la atención a la visión de los varios atractivos que brinda este lugar para habitantes en el conjunto de naciones, que encuentran un toque de familiaridad, pero además experiencias particulares propias e inconfundibles. La más grande proporción de los visitantes es tradición que provenga de Alemania, con unos pasajeros fanáticos de la gastronomía de Mallorca que saben gozar de sus playas y del momento de libertad en la isla. La segunda zona de procedencia es Reino Unido, que además sigue muy permanente y por cercanía escoge Mallorca como forma de conocer España continuando siendo en un ámbito que resulta más semejante al de su país sin tener que entrar al interior de nuestra nación. La tercera plaza la llenan los propios españoles, lo cual es una aceptable demostración de cómo España se deja llevar por el interesante de una isla que tiene bastantes causantes para persuadirles. Los pasajeros nórdicos, franceses, suizos y austriacos además acostumbran escoger este destino para sus vacaciones.
Cuando llegan a Mallorca están con un buen clima mediterráneo, una ocasión de gozar del momento de libertad con multitud de ocupaciones y con una sociedad que está muy habituada a amoldarse a la visita de turistas de todo el planeta.
Los pasajeros que lleguen a Mallorca dispuestos a conocer algunas de sus fiestas más habituales deberían tener la posibilidad de pasar un 31 de diciembre en la isla. Aunque es una fecha diferente en relación con proposiciones turísticas, por el apego que se tiene comúnmente al último día del año, en este sentido Mallorca goza no solo del final de un tiempo, sino además de la festividad de una fiesta que perdura en el tiempo desde que comenzara a organizarse en el año 1229. Está considerada como una de las celebraciones más antiguas de toda Europa, lo que le ha entregado un nivel de interesante superior al que tengamos la posibilidad imaginar. En ella el aspecto de festividad es la conquista que han realizado las tropas de Jaime I en el pasado, un acontecimiento que aún está grabado a fuego en la crónica de Mallorca y que se festeja con alegría antes de finalizar el año.
El mes de enero además es aconsejable para la visita turística, ya que durante su tiempo se llevan a cabo numerosas celebraciones de interés turístico. Las festividades empiezan el día 16 durante algunos de los pueblos de Mallorca y extendiéndose por todo el territorio de la isla un día luego para la festividad de la fiesta de San Antonio Abad. Unos días después es el momento de San Sebastián, la fiesta del patrón de la isla, que diviértete con una popularidad particular y que basa parte de su interesante en una velada con varios seguidores. Esta fiesta, que encuentra su instante de plenitud el día 20 de enero, tiene otros incentivos para los visitantes. Entre otras cosas, se llevan a cabo hogueras a lo extenso y ancho de la región y además se comen unas tostadas muy propiedades que reciben el nombre de torradas. Ya que Mallorca es un espacio que presta enorme interés en su gastronomía al embutido, es de agradecer para el visitante que esta festividad sugiera comer tostadas con embutido. Resaltan, entre otras cosas, las torradas de sobrasada, con las que se puede gozar de uno de los sabores más propios de la gastronomía de la isla.
Las proposiciones de ocio en Mallorca son variadas y van desde lo verdaderamente cultural, con buenos museos de por medio, hasta proyectos para toda la familia que reúnen toda clase de ocupaciones. El Recorrido Marítimo da una iniciativa muy animada en la que tenemos la posibilidad de pasar un largo tiempo, más que nada con paseos nocturnos si nos transportamos acompañados de la familia. Para hacer compras y tener un día más urbano poseemos el centro comercial Porto Pi centro, en tanto que si lo que deseamos es bailar y gozar del ritmo, es muy aconsejable conocer el Titos Palace, que está en nuestro Recorrido Marítimo.
Los contrastes son recurrentes en Mallorca y, como mencionamos, además tiene proposiciones culturales recomendables, como el Museo Es Baluard o la Capilla de la Misericordia, aplicados a distintos temas. En Mallorca es complicado no hallar un plan turístico que sea con la capacidad de complacer a los diferentes tipos de visitantes que lleguen, por lo cual solo hay que buscar lo que más le interese a cada uno.

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