Demostrar que tenemos los conocimientos necesarios para aprobar una asignatura, un curso e incluso conseguir un puesto de trabajo la mayoría de las veces implica la presentación de unas cuantas pruebas y exámenes, bien sea de forma oral, escrita o práctica.

Esto seguramente es razón de nervios y stress para muchos, pero no tiene por qué ser así.

Podemos sentirnos mucho más seguros y confiados si contamos con una buena preparación previa y seguimos ciertas recomendaciones básicas, que no solo nos aliviaran el susto sino que nos permitirán salir airosos y lograr nuestro objetivo.

¿Tienes un examen? ¡No te preocupes! Ocúpate.

Imasde Forma nos dice qué cosas puedes hacer para que un examen no te saque las canas o peor aún, no lo superes con éxito.

Mantente motivado: Hay una frase que dice “la actitud después de todo, es todo” y no hay nada más cierto que eso.

Mantener una buena disposición frente al estudio es lo primero que debes tener si quieres lograr tus objetivos.

No veas el estudio como una especie de tortura, por el contrario es la oportunidad que tienes para adquirir nuevas destrezas y conocimientos que al fin y al cabo siempre te serán de utilidad.

Puede darse el caso que no sientas mucho interés por alguna materia o tema en específico, pero aun así no te predispongas.

Utiliza técnicas de estudio: Las técnicas de estudio, por mas trillado que te pueda sonar, son herramientas sumamente útiles en el proceso de aprendizaje, pueden mejorar tu rendimiento en gran medida y te aportan muchos beneficios.

Si no tienes muy claro cuáles son o como utilizarlas correctamente, busca información sobre ellas y ponlas en práctica, al poco tiempo verás los resultados.

Toma notas: Escribir con tus propias palabras lo que vas captando de un tema, tus dudas, lo que quieres aclarar y los comentarios del orientador es una muy buena forma de reforzar el aprendizaje y representa un gran apoyo durante el estudio.

Organiza todas tus actividades: Elabora un plan de estudio tomando en cuenta todas las asignaturas, tareas y exámenes. Este plan debe ser realista y tienen que incluir el tiempo para el descanso y ocio. Puedes incluso apoyarte en aplicaciones para organizar y gestionar horarios de estudio y tareas. Lo más importante es que lo cumplas.

Repasa constantemente: Cuando hayas terminado de estudiar un tema no lo mandes al baúl de los recuerdos, repasa los contenidos constantemente.  Puedes apoyarte en resúmenes y esquemas.

Descansa: El día previo al examen solo repasa, si has cumplido tu plan de estudio deberás haber podido estudiar todos los temas, así que lo que debes hacer es un repaso.

Descansa y duerme las horas necesarias. Para rendir al máximo tu mente debe estar tranquila y fresca.

No entres en pánico: El día del examen controla tus nervios. El examen no te va agredir. Es solo un examen y estás preparado para resolverlo. Ten confianza en ti y en lo que has estudiado.

No te precipites: Lee detenidamente las indicaciones del examen y las preguntas. No respondas corriendo pero tampoco con demasiada calma. Toma en cuenta la cantidad de preguntas, la complejidad de cada una y el tiempo que tienes para realizar el examen.

Cuando termines, antes de entregar el examen, revisa.

¡Éxito!